

Nuestro trabajo en Energy, está fundamentado en el conocimiento de nuestros ancestros, expositores milenarios de la medicina china y de ellos hemos tomado sus cinco elementos (Agua, Madera, Fuego, Tierra y Metal). De la medicina ayurveda en India, hemos tomado de la concepción de los 7 chacras, sus frecuencias vibracionales, las cuales, yo les llamo más bien generadores y los expresamos en el color que le asignamos a la estrella del pentagrama y en la etiqueta de cada producto magistral que elaboramos.
De la medicina occidental, también hemos tomado lo mejor de cada una de ellas, al igual que la hemos hecho con la china y la india. Hemos tomado de diferentes latitudes del mundo. Por ejemplo, si tomamos en consideración que el origen de nuestra compañía es checo, ellos también nos han incluido a nosotros y han tomado en consideración el conocimiento en nuestras culturas ancestrales andinas de américa, en cuanto a su herbolaria amazónica y el manejo de cada uno de los elementos que ellos han poseído con respecto a las plantas y los minerales, para estructurar el contenido y la composición de nuestras fórmulas que concluyen en la elaboración de los preparados magistrales.
También hemos tomado del continente Europeo, como por ejemplo el caso de Alemania, la cual está bien representada a nivel mundial por su medicina homeopática, al igual que la Antihomotóxica; y de ellas hemos tomado sus principios para fusionar las mezclas exactas de los diferentes preparados, con el fin de obtener las respuestas inmunológicas necesarias, que solo el cuerpo de cada persona sabe ejecutar, gracias a las facultades inherentes dadas por Dios, cuando le confirió (al cuerpo) su capacidad para la propia «autosanación».
El Dr. Reckeweg quien es el padre de la Homotoxicología, es quien lo redefine lo que es verdaderamente la enfermedad con respecto a las toxinas, les llama homotoxinas y nos describe cuales son las reacciones del cuerpo, luchando por sanarse.
«La homotoxicología fue introducida en la medicina por el médico alemán Hans-Heinrich Reckeweg, quien en los años cuarenta redefinió lo que es la enfermedad. Según el doctor alemán la enfermedad es el estado en el cual el organismo, a través de un conjunto de reacciones naturales (fiebre, diarrea, procesos inflamatorios, etc.), enfrenta la acción de las homotoxinas (tanto endógenas como exógenas) con el fin de eliminarlas y recobrar el estado de salud.
Las sustancias que mantienen el equilibrio se consideran nutrientes. Las sustancias que alteran el equilibrio son homotoxinas (toxinas que afectan al organismo).
Estas homotoxinas pueden ser endógenas (como resultado del metabolismo celular) o exógenas (contaminación, virus, drogas, aditivos, químicos, entre otros). Por lo tanto, la enfermedad será una expresión de los sistemas fisiológicos de defensa del organismo para eliminar dichas homotoxinas.»
Al entender estos principios, no atacamos ni suprimimos las reacciones del cuerpo, por el contrario, nos tornamos en un aliado, colaboramos con el cuerpo más bien ayudándole en sus procesos para expulsar las sustancias homotóxicas, evitando a toda costa que permanezcan dentro por mucho tiempo. La razón de la premura combativa del cuerpo, es porque él sabe, que a mayor tiempo que permanezcan las homotoxinas dentro, a nivel celular estarán ocurriendo cambios significativos en su tejido, su forma, en su vitalidad y su inmunología.
Si le llamáramos tránsito o recorrido al desarrollo a través del tiempo y se le etiquetara a la persona como un enfermo, significaría que sus células pueden experimentar dichos cambios moviéndose de una fase negativa, a otra aún más negativa. Dicho recorrido lo podríamos clasificar con la palabra «progresiva» y si llegase a ser su movimiento en sentido contrario, hacia la sanación, la podríamos llamar con la palabra «regresiva».