
Todos los asesores de Energy conocen, o deberían conocer, qué es lo que se mide cuando en un estudio energético se testan los puntos correspondientes al meridiano de linfa. Este meridiano –que no forma parte de los doce principales de la Medicina Tradicional China (MTC)–, fue ‘descubierto’ junto con otros siete –denominados ‘degenerativos’– por el Dr. Voll a mediados del siglo pasado.
La información que obtenemos en este meridiano se concreta en los parámetros eléctricos de ‘amígdalas’, ‘oído’, ‘PC’, ‘anginas’ (tonsila palatina), ‘ojo’ y ‘cavidad nasal’. Bien, pero ¿eso es todo lo que podemos observar respecto del sistema linfático? Por supuesto que no. Del total de meridianos que podemos testar en manos y pies, los siguientes disponen de su propia linfa y, por tanto, podemos obtener una valiosa información de ellas:
Manos: ‘intestino grueso’, ‘sistema nervioso’, ‘venas’ (ganglios linfáticos), ‘sistema inmunitario’, ‘órganos internos’, ‘sistema hormonal’, ‘corazón’ e ‘intestino delgado’.
Pies: ‘estómago’, ‘ligamentos’, ‘epidermis’, ‘grasas’, vesícula’ y ‘riñón’.
Cuando digo que podemos obtener una valiosa información del estado de las linfas ¿a qué me refiero exactamente?
Quizás lo mejor sería definir primero, de forma sucinta, qué es el sistema linfático: el sistema linfático es una red de drenaje que colabora en el mantenimiento de los niveles de líquido corporal en equilibrio y defiende a nuestro organismo de infecciones. Está formado por una red de órganos, ganglios linfáticos, conductos y vasos linfáticos que producen y transportan linfa (líquido que contiene moléculas de proteínas plasmáticas, ácidos grasos, fibrinógeno, células hemáticas, células cancerosas, gérmenes, restos celulares y metabólicos*) a través del organismo. La linfa se produce a partir del exceso de líquido procedente de los capilares sanguíneos hacia el espacio intersticial o intercelular.
La linfa realiza tres funciones*:
- Recoger el líquido intersticial y transportarlo al torrente sanguíneo. De no realizarse esta función, el líquido linfático se acumularía en los tejidos corporales y éstos se encharcarían, creando edema.
- Defender al organismo ante gérmenes como virus, bacterias y hongos susceptibles de causar infecciones. Estos gérmenes son filtrados por los ganglios linfáticos, los cuales contienen linfocitos –un tipo de glóbulo blanco–, algunos de los cuales producen anticuerpos que se encargan de combatir a los gérmenes, impidiendo así su diseminación a través del organismo, destruyéndolos.
- Absorber los nutrientes del aparato digestivo y enviarlos a las venas subclavias.
El sistema linfático es el sistema de limpieza y drenaje natural de nuestro organismo a través del cual eliminamos los residuos celulares (ácido carbónico, ácidos grasos, ácido úrico), productos químicos, infecciones, venenos… Aquello que no es útil para el organismo es procesado por el sistema linfático a través de los riñones y el hígado para ser eliminados vía vejiga urinaria e intestino grueso.
En el momento que el sistema linfático no puede ejercer correctamente su función, la acumulación de material tóxico de desecho en el líquido intersticial (entorno celular) provoca que las células se vean privadas de oxígeno y otros nutrientes vitales, asfixiándose en sus propios desechos y dificultando su normal funcionamiento. Todo ello como consecuencia de la acidificación de su entorno, dando lugar, además, a procesos inflamatorios y dolor.
De no remediarse este problema, puede conducir a la muerte celular –con lo cual las células se fibrosan o se enquistan– o, de sobrevivir, desencadenar un proceso que puede acabar haciendo que las células muten en células patológicas. La práctica totalidad de tipos de cáncer van precedidos de una importante y continua congestión linfática**.
Viendo como actúa el sistema linfático en nuestro organismo, es más que evidente la importancia de la información que podemos obtener del mismo mediante un estudio energético.
Os voy a poner tres ejemplos –un tanto extremos– de clientes en los que la práctica totalidad de sus linfas, o una parte importante, mostraban caídas energéticas significativas:
Joven de 23 años, diagnosticado de cáncer de linfa (linfoma de Hodgkin) tratado con quimioterapia y radioterapia. Puntos de linfa bajos: intestino grueso (ambas manos), sistema nervioso (mano derecha), venas [ganglios linfáticos] (ambas manos), sistema inmunológico (mano izquierda), órganos internos (ambas manos), sistema hormonal (mano izquierda), corazón (ambas manos), intestino delgado (mano derecha) y vesícula (pie derecho). Curiosamente, no bajó ningún otro punto de manos, incluidos los de peristáltica y de control. Del meridiano de páncreas bajaba el punto de amilasas y del meridiano de bazo bajaba el punto de médula blanca.
Señor de 80 años, diagnosticado de cáncer de pulmón tratado con quimioterapia y radioterapia. Puntos de linfa bajos: intestino grueso (ambas manos), sistema nervioso (mano derecha), venas [ganglios linfáticos] (mano derecha), órganos internos (mano derecha), sistema hormonal (mano derecha), corazón (mano derecha) e intestino delgado (ambas manos). En este caso, sí bajaban algunos puntos de peristáltica (incluídos los de corazón), de control y otros.
Señora de 56 años, con quistes pancreáticos a la que los médicos recomiendan cirugía para extirpar los quistes junto con la parte del páncreas afectada (50% aprox), ante el peligro de que puedan evolucionar a malignos. Puntos de linfa bajos: sistema nervioso (ambas manos), Sistema inmunológico (mano izquierda), sistema hormonal (mano derecha) y corazón (mano derecha). Bajan también varios puntos de peristáltica (incluidos los dos de corazón), dos de control y otros.
Comentar que en el primer caso se testaron los puntos de linfa por razones obvias (linfoma). La sorpresa hubiese sido mayúscula de no haberlo hecho, puesto que, como he comentado, ningún otro punto de manos mostraba caída. De hecho, esta primera experiencia fue el motivo por el cual decidimos incluir la medición de las linfas en el segundo caso dos días después –si bien eran diferentes tipos de cáncer– y, a la vista de los resultados, a los siguientes estudios energéticos.
Un aspecto a destacar es que, en el segundo caso, un único producto (un complemento) –¡y en exclusiva!– recuperó la totalidad de puntos de linfa bajos. El resto de puntos afectados –peristáltica, de control y otros– los recuperaron tres productos del Pentagrama. No comento qué productos salieron en los tres casos, puesto que éste es un aspecto irrelevante para el objeto de este artículo.
¿Quiere decir esto, que siempre que aparezcan puntos de linfa bajos existe riesgo de contraer cáncer? Yo personalmente no estoy en disposición de suscribir dicha afirmación a partir de tan sólo los casos expuestos en este artículo. Pero sí me arriesgaría a afirmar que en cánceres confirmados médicamente, la posibilidad de encontrarnos con un número significativo de linfas con bajos parámetros en el estudio energético es muy alta.
Como bien saben nuestros asesores, a través de un estudio energético no sólo tenemos la posibilidad de ayudar a nuestros clientes a superar sus problemas de salud ya evidentes –recomendándoles los productos bioinformativos que su organismo precisa para ello–, sino que, además, tenemos la posibilidad de adelantarnos a la aparición de síntomas actuando de forma preventiva.
En mi opinión, incorporar de forma sistemática la medición de los puntos de linfa de manos y pies en los estudios energéticos ayudará, sin ningún género de duda, a evitar males mayores.
Artur Ferrer Escriche
Energy BCN
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*Wikipedia i otros.
**Dr. Albert Pishinger ‘The Matrix and Matrix Regulation’
Dr. Alberto Martí Bosch ‘Todo organismo enfermo es un organismo acidificado i/o desnutrido’ revista Discovery DSalud nº 129, Julio-Agosto de 2010.
Andreas Moritz ‘El cáncer no es una enfermedad, sino un mecanismo de supervivencia’ – Ediciones Obelisco